PAULA DE LAS HERAS COLPISA-MADRID
El controvertido dramaturgo español Fernando Arrabal
volvió ayer a provocar con sus declaraciones. Arrabal,
que participó en el curso 'Libros para el tercer milenio',
de la Universidad Complutense en San Lorenzo del Escorial (Madrid),
se mostró como un defensor acérrimo de Internet,
medio en el que ha publicado su última novela.
Arrabal aseguró que se trata «de una creación
de Dios» pero, no obstante, acepta que la red de redes
tenga detractores, entre ellos Sócrates, a quien no le
gustaban los libros (entonces, volúmenes) porque impedían
la memoria y el diálogo y eran demasiado gordos. A pesar
de que de Internet se puede decir lo mismo, el único argumento
negativo del dramaturgo para con la informática es que
no cree en Dios, ni en Jehová, ni en Alá y, entonces,
«el diálogo es bastante complicado».
Fernando Arrabal
«Quiero ser santo»
Poco antes de su comparecencia, en la que habló sobre
la literatura del siglo XXI, el escritor y pintor se mostró
en desacuerdo con la etiqueta que le han puesto ya que, «cuando
me llaman genio me insultan. Yo quiero ser algo más que
genio; quiero ser santo». Y, habló con dureza de
España, país al que calificó de «teatral
y ajedrecista» ya que en él se le trata «como
un enfant terrible cuando yo no quiero ser escandaloso y lucho
por ser el más normal de mundo».
Sobre su útima obra, 'Levitación', con la que bate
records, Arrabal, que el próximo día 25 reestrenará
de la mano del director del Centro Dramático Nacional
Juan Carlos Pérez de la Fuente, en el Festival Internacional
de Teatro de Santander, su obra más conocida, 'Cementerio
de automóviles', aseguró que es un libro «místico,
pero místico de amor» con el que, según sus
propias palabras, «la crítica ha sido feroz, pero
nadie ha leído. Ha pasado totalmente desapercibido».
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