ARTICLE SUR ARRABAL:

 

6/2/01


Fernando Arrabal, autor y director

«Soy un autor celebre pero desconocido»

 

Fernando Arrabal participó en el foro sobre el teatro que se celebra en el Calderón

Histriónico. Provocando lo justo. En los límites que de él se espera, Fernando Arrabal llegó tarde a la rueda de prensa alegando que al fin y al cabo el tiempo no existe. Este autor, que vuelve a estar de actualidad por la recuperación por parte del Centro Dramático Nacional de su ‘Cementerio de automóviles; cerró ayer la primera sesión del foro de debate sobre El Teatro ante el Siglo XXI. París dedicará un ciclo a su cine apenas conocido en España.

 

Fernando Arrabal, en uno de los pocos momentos reflexivos que ruvo durante la rueda de prensa, ayer en Valladolid

Angélica Tanarro. VALLADOLID

Hilando fino. Introduciendo alguna perla entre la paja. Controlando el auditorio y, sobre todo, el espacio del foco, Fernando Arrabal se montó su drama particular en la rueda de prensa previa a su intervención en el foro sobre El Teatro ante el Siglo XXI, que se celebra en el Calderón. Un Femando Arrabal que recuperaba el espíritu surrealista para contestar —de pie, dando cancha a los fotógrafos con su ir y venir — con soliloquios erráticos entre los que dejaba caer unas gotas de ingenio, otras de acidez, cuando la pregunta intentaba competir con su fama provocadora, y algunas dosis de sentido común disfrazado de teatrero.
En España soy un actor célebre pero desconocido’. Lo que traducido al castellano viene a ser que está un poco harto que de él se hable de oídas y que se conozcan sus boutades —ya se encarga él mismo de fomentar su conocimiento— pero poco su obra.
Con respecto al reciente reestreno por el Centro Dramático Nacional, de Cementerio de automoviles afirma que no es el único ‘reencuentro’ reciente con esa obra, que «en Suiza, por ejemplo, se hizo el año pasado. No sé, cada vez que se representa una obra mía es algo para mí misterioso’.


Extravagante
Dice que ya no se encuentra con fuerzas de hacer más peliculas. «La última la hice en Milán
y acabé muy cansado y siempre digo que no quiero volver a dirigir. No sé si tengo fuerza física para ello. Aquí mi cine está fuera de las cinematecas pero en Paris va a comenzar una retrospectiva con mis películas’.
Odia que le recuerden el episodio de la aparición de la Virgen «que no fue más que una historia sobre mis 18 años que contaba en tres páginas en la novela ‘La torre herida por el rayo pero siempre se ha utilizado para subrayar mi extravagancia».
Reclamó respeto para los extravagantes «a los que se trata como si fueran payasos, y sólo son seres que viven fuera del centro. Hay que saber que los poetas hablan cuando los demás callan. Que son gente modesta que hila fino’.
Reiteró que preferiría ser un santo a un dramaturgo, abommó de los fascismos de todo siguo y reivindicó la imaginación frente a la fantasía. «Porque la imaginación es al fin y al cabo la forma de combinar los recuerdos’.