DIARIO DE SEVILLA

26/01/2001

 

CONFERENCE:

"Somos tan repugnantes como una cucaracha”

 

 

El dramaturgo Fernando Arrabal llega a Ciencias de la Información y se explaya con las ‘vacas locas’, los insectos y los plagios

SEVILLA. Haciendo gala de la libertad anárquica que proclama, llega Fernando Arrabal a la Facul-tad de Ciencias de la Informa-ción. En su mesa, junto a él, una botella de Rioja con su vasito (a medio llenar) correspondiente. El excepcional dramaturgo co-mienza abandonando su hábito de intelectual de letras y alardea de ser de los primeros en hablar de las vacas locas .(lo hizo hace diez anos). Ante el estupor de la concurrencia, diserta de biología molecular, del origen de estos
males de sus síntomas, de sus causas, en un estilo lingüístico y gestual que mezcla la afección afrancesada con el histrionismo.
Con fama de provocador nato,. no ha dejado el escándalo desde que escribió sus primeras líneas. "¿Que si podemos escandalizar? Es el sueño de mis editores y di-rectores. Me dicen: esta vez tie-nes que hacer un escándalo mayor que de costumbre. Y, sinceramente, a mí lo que me gusta es pasar-me las noches bailando”. Anécdo-tas hay para repartir. Una vez, re-cién ganado el Nadal, un periodis-ta le preguntó que en qué se inspi-raba. "Yo le respondí: en la Virgen María. Cuando me puso la cara de extrañado, le dije: ¿no será usted antifeminista?”. Medio en broma, medio en serio, confiesa haber creído "ver a la Virgen, cuando iba a ingresar en la Compañía de Jesús”; también justifica una bo-rrachera suya en el programa de
Sánchez Dragó. con esta frase textual-
"Estoy liberado por la ausencia de control sobre mi mismo”. Y, tras regodearse por el vuelo desa-tado de su instinto, declara abier-tamente que no, que él no intenta provocar a nadie, que lo que ocu-rre es que es de esa manera.

IRONÍA

"Soy un enamorado de la televisión y espero ganar el Premio Nobel para comprarme un aparato”

"Aquel que quiere sorprender nunca podrá”, sentencia. Arrabal se muestra repetida-mente fascinado en su charla con el concepto de arte. El arte, para él, nace del amor. "Teatro y cine tienen de místico lo que tiene el amor. Comenzamos plagiando,
imitando, nos sentimos frustra-dos por la otra persona, queremos ser como ella. Así nace el amor y así empieza el arte. Poco a poco, el misterio se va levantando”. Y aquí viene el con-cepto de levitación, que es la forma que tiene Arrabal de expli-car cómo el artista es capaz. de trascender la realidad. Su última novela se llama precisamente así, Levitación, y narra la historia de un hombre que duda "entre levi-tar hacia la divinidad o levitar hacia los actos que considera más pornográficos’.
Esta paradoja no es la única que usa Arrabal. Por ejemplo, las cu-carachas. Para los humanos, ani-mal repugnante; para Arrabal, animal fascinante. "¿Es posible que un ser que nos repugna —pro-clama — celebre la historia de amor más bella de la creación? Cuando la hembra lanza su humo, el macho corre a toda velocidad. Si hay fuego, da igual,
sigue y muere en el intento. Todos somos creación e infierno. somos tan repugnantes como las cucarachas. Estamos al lado de ellas, porque también mueren de amor’. Otra perla paradójica: "La belleza extrema no puede ser otra cosa que una malformación de la naturaleza”.
Le preguntan sobre el plagio de Ana Rosa y sale por la tangente:
"Soy un enamorado de la televi-sión y espero ganar el Premio Nobel para comprar un aparato’,
ironiza. ‘El Nobel será malo para mi obra y bueno para mis herederos”, ironiza de nuevo. Sobre el plagio, entendido en sentido abs-tracto, no se esconde: "Todos los plagios son dignos de encomio. Yo acepto que se me plagie. No tengo problemas. El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina, no es una gran obra, pero creo el mito de Don Juan, qué ha sido plagiado por dramaturgos y músicos ex-cepcionales’.