19 de septiembre de 2002

 

HOUELLEBECQ Y ARRABAL

PROCESO EN UN ACTO


POR FERNANDO ARRABAL

 

Fotos cruzadas de Michel Houellebecq y Fernando Arrabal: durante la noche del martes 10 de septiembre, una semana antes del proceso.



Escenario: la sala 17 del Tribunal "Correctionnel" del Palacio de Justicia de París el 17 de septiembre de 2002.

"... Fernando Arrabal conoce muy bien el delito de blasfemia. A causa de él fue juzgado por un tribunal franquista. El escritor feliz y risueño entusiasmó a la audencia". (Pascale Robert-Diard, Le Monde.)

Nicolas Bonnal, presidente del tribunal.-¿Díganos cómo se llama?

Fernando Arrabal.- ¿Si yo mismo lo supiera? (Risas de la sala)... En los papeles se me asigna el nombre de Fernando Arrabal.

Presidente.- ¿Cúal es su profesión?

"Arrabal respondió tras instantes de reflexión" (Le Monde):

F.A..- ¡Peatón!

Presidente (volviéndose hacia sus asesores).- Anoten: escritor. Por favor, señor Arrabal, jure que va a decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad. Levante la mano derecha y diga "lo juro"

F.A..- ¿Lo juro?... pero son palabras transcendentes. Nunca juro. Menos mal que voy a decir la verdad. ¿No sería mejor que prometiera en vez de que jurara?

Presidente.- ¿Qué tiene que contarnos señor Arrabal?

F.A..- ¡Qué felicidad poder ser testigo de la defensa en un juicio de opinión o si prefiere en un proceso de intención contra el poeta y matemático Michel Houellebecq en razón de la sinrazón que a (nuestra) razón se hace...

Maître Emmanuel Pierrat (abogado defensor).- Por favor explique...

F.A..- ...no me parecen exagerados los que aseguran que este es el proceso más importante de estos últimos años en Francia y el más determinante para intentar contrarrestar la recrudescencia de los nuevos vetos que brotan contra la libertad de expresión en este siglo que comienza. ¡Tras el final de los titanes!

"Había una forma de júbilo en el aire del Palacio de Justicia de París" (Le Monde)

F.A..- A Houellebecq se le juzga por blasfemo como a mi se me juzgó en 1967 . Sócrates que tan divinamente habló de Dios a Platon también fue juzgado por blasfemo. Y condenado dos veces a muerte. A beber la cicuta.

"Y uniendo el gesto a la palabra extrae de uno de sus bolsillos un frasquito de whisky [calvados]

que se lleva goloso a los labios."(Le Monde)

F.A..- Mi padre también fue juzgado por delito de opinión el 17 de julio de 1936. Los teócratas del Estado Nuevo le enviarán al corredor de la muerte de El Hacho. A mí, su hijo, también me encerraron en las cárceles franquistas por blasfemo. Mi padre nació en la plaza del Potro de Córdoba. Ocho siglos después de que en la misma plazoleta vinieran al mundo el filosofo judío Maimónides y el musulmán Averroes, a comienzos del siglo XII. En su Decisivo discurso el filósofo musulmán defiende la libertad de "actuar y pensar contra la fe del Islam".

"...se hacía la defensa del derecho fundamental al humor"(Le Monde)

F.A..- En mayo de 1968 pánicos, surrealistas y patafísicos, cuando supieron que a uno de los suyos un líder totalitario le había "acusado" de judío alemán se lanzaron a la calle reivindicando el título: "todos somos judíos alemanes". Hoy "todos somos zindigns" es decir poetas árabes epicúreos. Poetas que desde el comienzo del Islam pensaban como Houellebecq y como yo. Y como Omar Jayam cuando escribió: "no levantes tus manos para rezar hacia esa taza (o ese retrete) al revés que es el cielo, no es más importante que tú y yo lo somos".

"Una muchedumbre inahabitual se apretujaba como en las noches de un gran estreno" (Le Monde)

F.A..- A Houellebecq hoy se le acusa como a mí en 1967 también de blasfemia. Por ello pasé por las celdas de Murcia, de la Dirección General de Seguridad, de las Salesas de Madrid y de la cárcel de Carabanchel. Y en el juicio la acusación franquista pidió contra mí doce años, seis meses y un día de prisión.

Letrado Jean-Marc Varaut abogado de la acusación.- No puedo permitir...

F.A. risueño.- No me interrumpa, Maître. Es usted un gran abogado candidato a la Comédie o a la Académie française y yo solo un poeta candidato a ser un maldito. ¡Y a mucha honra! Pero, por favor, deje que se exprese la minoría silenciosa.

Letrado Varot.- Quiero decir que no puede asimilarme a un letrado fascista.

F.A..- Desde luego que no. Si Vd. lo fuera yo no estaría aquí. Hubiera delegado mi representación a mis platos y soperas.

Presidente (risueño y solícito).- Nadie le interrumpe. Por favor continúe.

F.A..- Tuve el honor de ser defendido en 1967 entre tantos otros por Camilo José Cela, Vicente Aleixandre, Elias Canetti, Octavio Paz y Samuel Beckett. Los cinco eran soldados rasos de la literatura años después serían enobelecidos.

Presidente- ¿Y que dijo Samuel Beckett?

F.A.- La policía del aereopuerto de Barajas le impidió venir a defenderme. Tuvo por primera vez en su vida que expresar públicamente su opinión por una carta y no por una obra literaria. Y escribió sobre mí lo que hoy hubiera escrito sobre Houellebecq.

"Arrabal concluyó tras haber hecho disfrutar mucho al auditorio, gravemente, con la frase de Beckett" (Le Monde)

F.A.- "Es mucho lo que tiene que sufrir el poeta para escribir , señores jueces no añadan nada a su propio dolor".