BORJA HERMOSO
MADRID.- Se coge a un tullido obsesionado por la moral y el pecado
y se
le pone a merced de dos cuidadoras dispuestas a aliviar su sufrimiento
como sea óy como sea quiere decir exactamente como seaó.
Luego se pone
al impedido en manos de dos homosexuales llamados Lucifer y Abel
y se
procede a un sutil proceso de transformación de gustos
sexuales. Y ahí
tenemos Levitación, la nueva novela de Fernando Arrabal
(Seix Barral).
Dramaturgo, ensayista, poeta, cineasta, dibujante, el Arrabal
novelista
vuelve a la carga (sus ltimas entregas narrativas fueron El mono
y
Ceremonia por un teniente abandonado) con un arsenal erótico/literario
que no dejarà indiferente a nadie. El punto de partida
fue coger a ese
místico español y cristiano, un autntico pozo de
ciencia en materia
informàtica, y confrontarlo a ese mundo. Un puritano,
enfrentado al
pecado y al infierno, explica Arrabal, que vive una actividad
frentica: mañana se abrirà en el Círculo
de Bellas Artes la exposición
Visiones de Fernando Arrabal, con obras de diversos artistas
en torno a
su persona; el 19 de abril serà nombrado en París
sàtrapa del Colegio
de Patafísica (la institución artístico/literaria
creada por Alfred
Jarry, autor de Ub Rey) y el 29 del mismo mes inaugurarà
en la
localidad francesa de Bayeux una muestra con todos los libros
publicados
en colaboración con artistas.
El personaje central de Levitación, un paralítico
postrado y a merced de
sus cuidadoras y cuidadores, fue ejerciendo sobre el autor una
progresiva capacidad de fascinación, segn l porque es
un personaje
romanesco, como suele decir Milan Kundera, y en ese sentido,
imposible;
y todo el mundo sabe que toda gran novela tiene personajes imposibles.
No es casualidad ni capricho que Arrabal cite al autor de
La
insoportable levedad del ser: siempre lo tiene en la recàmara
mental, al
mismo o parecido nivel que a Beckett y Ionesco. De hecho, Fernando
Arrabal y Milan Kundera mantienen hoy discusiones sobre novela
una vez
al mes, en el marco de la revista trimestral francesa Líatelier
du roman
(El taller de la novela).
Evolución del personaje
La evolución del protagonista de Levitación
en cuanto a sensibilidades y
gustos sexuales no parece, desde luego, tan imposible como el
personaje
en sí. Y es que ese místico español parido
por la pluma libertina del
autor de Fando y Lis viaja desde la fascinación que siente
un enfermo
por los cuerpos desnudos de dos mujeres y por sus pràcticas
amatorias...
a la fascinación de ese mismo enfermo por los cuerpos
y las salvajes
pràcticas amatorias de una pareja de homosexuales con
vocación
redentora. O sea, de la heterosexualidad a la homo o óal
menosó la
bisexualidad. Cosa que, visto lo visto, no parece tan improbable.
Y nada se queda en el tintero, porque Arrabal óque
aquí parece haber
ignorado la màxima de su adorado Baltasar Graciàn
las verdades que màs
importan siempre vienen a medio deciró lo recorre todo,
o casi todo, y
lo vomita todo, o casi todo: así, Levitación es
una novela de pràcticas
sexuales orales, anales, manuales y violentas, aunque en el centro
de
semejante kamaósutra literario tengamos a un místico
obsesionado por el
temor a Dios y ciego de odio hacia Sodoma y Gomorra.
Pese a tan explícita forma de escribir, Fernando Arrabal
mantiene que
bajo la trama de Levitación subsiste no poca dosis de
sugerencia: Este
libro puede tener tantas lecturas como lectores... y en realidad,
un
tipo de lector es el propio autor. Yo, mientras escribía,
a veces me
sentía enojado con ese personaje; pero, otras veces, me
sentía muy
excitado.
Ironía de sí mismo
Se molesta mucho el transgresor Fernando Arrabal cuando se
le sugiere
muy de lejos la posibilidad de que tanto puritanismo y gente
temerosa de
Dios en medio de tanta lascivia sexual encierre algn sentido
irónico:
Yo no hago ironía màs que contra mí mismo
y no me río màs que de mí y
mis debilidades; es lo que Breton llamaba el sentido aristocràtico
de
la risa.
En un pasaje de su novela, el autor hace referencia, por boca
de su
personaje, a un eventual apocalipsis ciberntico que ya anuncia
Internet. Àcabe atribuir ese miedo al futuro al propio
Arrabal, un
embelesado amante de la matemàtica y la ciencia y un ajedrecista
experto
que nunca rechazó jugar contra el ordenador?: Yo pienso
que existe la
amenaza real de que una especie de Pentàgono mundial pueda
estar
acaparando toda nuestra memoria; no s con qu fin, quizà
para
protegerse de la Mafia, del terrorismo, nos. Hoy hay muchos sabios
escpticos con relación a eso. Por ejemplo, el mejor ajedrecista
del
mundo, Gata Kamsky, acepta jugar contra el ordenador, pero se
niega a
usar el correo electrónico, explica.
No sólo el fondo sino tambin óy sobre todoó
la forma de Levitación
estàn profundamente influidos por el embrujo que sobre
el autor ejerce
su Babilonia particular: Nueva York. En concreto, Arrabal ha
utilizado
hasta la saciedad dos curiosos vehículos de expresión
propios de aquella
ciudad y de aquel país: la tiranía del lenguaje
publicitario... y el
sexo oral.
En cuanto a la primera, bien puede decirse que la novela no
està escrita
exactamente en español, sino en un machacón espanglish
procedente de la
utilización obsesiva de eslóganes y expresiones
directamente extraídos
del lenguaje publicitario (Soy beautiful... mejor que la Xandria
Collection of Sensual products). En cuanto a lo del sexo oral,
la
explicación parece clara: Es increíble la obsesión
de Amrica por el
sexo oral. Està claro: nada es igual despus de Mónica
Lewinsky; ha
influido hasta en lo que los científicos dicen sobre las
causas de
transmisión del sida.
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