De entre un mar de cojines, emerge la figura pequeña
de Fernando Arrabal, inofensivo, a pesar de la leyenda. Próximo
«sátrapa» del Colegio de Patafísica
francés, el autor es objeto de una exposición en
el Círculo de Bellas Artes, y publica «Levitación»
en Seix Barral. Una muy tórrida novela en la que narra
el ambiguo tormento de un puritano sexual y vitalmente poseido
por dos hermosas adolescentes y por una pareja de homosexuales.
MADRID. José María Ortiz
Usted ha recordado que «eskandalon», en griego, es
«trampa
u en la que se cae». Y habrá quien se escandalice
con su novela...
-Sí, es trampa en la que se cae, pero absolutamente en
contra de mis sentimientos de toda mi vida. Y ahora a los 68
años no me voy a poner a hacer escándalo. Toda
novela es una aventura, y me interesó mucho la situación.
Cuando nos vimos con Kundera -nos reunimos una vez al mes para
hablar de novela, en la revista que dirige subterráneamente,
«El taller de la novela»- hablamos mucho. Y creo
que esta novela no hay que considerarla como un panfleto. Hay
panfletos extraordinarios, como los de Welles o el de Orwell,
pero no creo que sean novelas. Kundera llamaba a esta novela
mía «existencial», y lo es. Estoy analizando
algo que no tiene nada que ver conmigo. Ese personaje no soy
yo ni mucho menos.
-El sexo no tiene intención entonces de ser un elemento
transgresor...
-No. La novela analiza con una gran lupa una situación
extrema entre un puritano, religioso, español y genio
de la informática, que cree que está rodeado del
infierno de la voluptuosidad del pecado frente a cuatro personas
-dos mujeres y dos hombres-. convencidos de vivir en el paraíso
de la no frustración. Este caso extremo era el que me
interesaba, y que creo que no se ha tratado de forma tan extrema.
-Pero es el viejo tema de la reden-ción por amor...
-Tiene usted razón. No hay vanguardia sin tradición.
-¿Hay vocación de vanguardia en el libro?
Fernando Arrabal, ayer, negando a ABC cualquier
vocación de escándalo
-No.
-Pero sí hay un tono poético. .Toda mi obra tiene
un tono poético. La poesía considerada como ese
excremento que sale de un sapo que se ha tragado una luciérnaga.
-¿Por qué le interesaba que su protagonista fuera
alguien autoritario?
-Es autoritario, intransigente, únicamente en un terreno,
el de la fe. No es católico, es un cristiano español.
Una especie de evangelista.
-Recita «El cantar de los Cantares».
-Sí, no cita los Evangelios. Sería más bien
bíblico. Sólo cita la Biblia.
-¿Por qué le ha interesado tratar este tema ahora,
en este momento?
-Estando en Nueva York y viendo las publicidades que por todas
partes giraban en torno a la felación, en el momento de
Monica Lewinsky, en el que las autoridades de biología
molecular decían que la felación es la causa mayor
de sida.. Yo me imaginé: ¿Qué podría
decir este bíblico ante un hecho que puede considerar
como la mayor de las transgresiones?
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